Pentecostés en San Pedro

Pentecostés en San Pedro

Cristo mismo es para nosotros la gran luz de esperanza y de guía en nuestra noche.
Cristo Vive

La noche se presentaba oscura, fría y lluviosa, la menos indicada para realizar un encuentro. Pero allí estaban los jóvenes que se habían propuesto encender el fuego y compartir la luz. Cada uno aportó lo suyo y fueron capaces de crear un ambiente de calidez, con mate, galletitas, cantos, reflexión y oración.

Se esperaba que en el mejor de los casos, algunos pocos valientes aparecieran pero superaron toda expectativas.  Nadie quiso renunciar a la propuesta de un junte distinto, y hasta algunos pequeños, se colaron con entusiasmo a las actividades.

La magia del fogón hizo sentir la fuerza del Espíritu y el anhelo de interioridad para expresar experiencias, sueños,  deseos y proyectos.

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